Afrohunting: Lucía Asué Mbomío Rubio

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Hoy celebro la edición número 10 de esta locura llamada #AFROHUNTING. Una locura que nació hace ya un año en donde por mi propia curiosidad de entenderme y sobre todo conocerme como afrodescendiente empecé a escuchar y a prestarle más atención a los afrodescendientes que me encuentro en el camino.  Escuchar sobre sus infancias, sobre sus experiencias, sobre sus vidas, me ha abierto una dimensión que no conocía de mi misma. Afloró mi yo curioso, mi yo intuitivo, mi yo investigador. Además ni hablar de la gente increíble que este proyecto me ha hecho conocer. Personas que me cruzo en la calle, personas que conecto por las redes sociales y personas que ni siquiera sabía de su existencia que vienen haciendo cosas increíbles para cambiar el mundo. 

La entrevista de hoy es especial por muchas razones. Es la número 10, es de alguien que solo conozco por redes sociales (no nos tomamos el café correspondiente AUN, btw busco un sponsor de café, avísenme por favor que esto de tomar un cafecito se me está yendo de las manos!), es de alguien que no vive en Latinoamérica, es de una Afroespañola, es de una periodista, es de una escritora.  Las palabras alegría y emoción quedan cortas para describir lo que siento al poder entrevistar a Lucia Asué Mbomío Rubio para este blog. Cuando estudié en la universidad la carrera de Comunicación Publicitaria me incliné mucho por el área de investigación. Psicología del consumidor y planning creativo (Gracias Soraya Pina!) eran de las materias que mas me intrigaban. El trabajo de Lucía me inspira a seguir investigando y sobre todo comunicando todo esto que vengo conociendo y aprendiendo. Sin mas que hablar (pues ella lo hace bastante en esta hermosa entrevista) les presento a esta increíble mujer que también he etiquetado en la categoría Mujeres Inspiradoras de este blog.

-Nombre completo:

Lucía- Asué Mbomío Rubio

-Cuál es tu signo del zodiaco?

Libra.

-¿ Conoces tu ascendente y tu luna?

No, pero nací el 27 de Septiembre de 1981, si alguien lo sabe, que me lo diga, ¡por favor! Jaja!

-Lugar de nacimiento.

Madrid.

-Lugar de residencia.

Madrid (aunque he vivido en Londres, Coimbra y Malabo).

– ¿Cómo fue tu infancia?

Es curioso, porque he sido una niña querida, estudiosa, locuaz, con muchas amistades. Pero también, alguien que se ha pegado en el colegio porque le han llamado Conguito o negra de mierda. Ese era un perfil poco usual. Normalmente, las niñas que sacaban buenas notas se portaban bien. Pero yo siempre respondía cuando me insultaban, no lo podía evitar. El hecho de ser la única negra en kilómetros a la redonda (a excepción de mi padre y mi hermano) ha provocado que, en los 80, incluso, nos señalaran por la calle o nos hicieran preguntas de lo más surrealistas como que si manchábamos o que si en África había casas o mesas y sillas.

 En lo que respecta a mi construcción identitaria, en mi infancia tenía una realidad extramuros que podría ser bastante similar a la de otras personas y otra intramuros, con Guinea Ecuatorial, el país de mi padre, muy presente en cuanto a costumbres, gastronomía e interiorización de la familia extendida, por la cual tus tíxs son tus padres y tus primxs, tus hermanxs (en la etnia fang, la mía, de hecho, las palabras tíx y sobrinx ni siquiera existen). Eso y la sorpresa (o negación) generalizada que provocaba una españolidad no blanca se ha traducido en que, sin haber pisado Guinea, dijera que era de ahí. Y ojo, mi madre blanca y española se encargó de reforzar ese reconocimiento como africana. Sabía que esa parte de mí, probablemente, sería la más atacada, de modo que apostó por, junto a mi padre, recordarme lo valiosa que era (y es).

 – ¿A qué te dedicas?

Soy periodista, trabajo como reportera en un programa de la televisión pública española (TVE1) y, además, escribo/he escrito en varios medios como El PaísAfroféminasPíkaraMundo Negro, la revista NegrxsCtxt o Global Voices. También tengo un canal de YouTube en el que entrevisto a personas afro que son o que están en el Estado español acerca de sus procesos de construcción identitaria y hago reportajes con el móvil, para demostrar que debemos contar nuestras historias aunque no contemos con grandes medios técnicos, relacionados con África y la afrodescendencia (pongo por aquí uno que grabé en el Palenque de San Basilio, Colombia, pueblo fundado por personas que habían sido esclavizadas y que se escaparon para vivir libres y manteniendo en muchos aspectos su cercanía a África.)

 -Cómo puedes describir la experiencia de ser afroespañola?

Somos invisibles. Cuando nos preguntan de dónde somos y respondemos “de aquí”, tienden a insistir porque ni nuestra palabra ni nuestros acentos/ lenguas,  de las diferentes provincias del Estado, tienen el mismo peso que nuestras pieles negras. Y esta anécdota que contamos todxs, la de la pregunta al cubo:

( – ¿De dónde eres? )

-Española

-Ya, pero de dónde

-Madrid

– Sí, pero de dónde… ¿Madrid, Madrid?) “oculta” un querer saber de dónde venimos y un tener claro que no podemos ser de aquí, ya que nuestras pieles negras cuentan historias que pesan más que nuestro presente. En eso estoy de acuerdo, sin embargo, no tengo por qué explicarle a cualquierx desconocidx mi árbol genealógico para que descanse tranquilx. Es importante dejar claro que no se trata de una cuestión de orgullo español o de negación de nuestra raíz diversa, africana/ afroamericana (y, precisamente por eso, rica) ,sino de la rabia que da que cuando comentamos que (también) somos de aquí, nuestra afirmación acabe por convertirse en un acto de fe por parte de quien nos pregunta… La cuestión es ¿para qué íbamos a mentir? Tal insistencia evidencia que nuestro “interrogador” puede considerar que ser de un lugar es mejor que ser de otro.

 Yo nací en Madrid y quiero a mi ciudad, ya que aquí están mis recuerdos, pero soy consciente de que si hubiera nacido en otro sitio, también lo querría, sin más. La casualidad tiene estas cosas. Por otro lado, también quiero a mi otra tierra, la quería incluso antes de haberla pisado y la querría aunque no la pisara jamás puesto que existo gracias a que mi padre vio la luz ahí, pero también debido a que la he idealizado por el hecho de no ser reconocida aquí. Por otro lado, es tremendo crecer y descubrir que nunca te han enseñado NADA de personas como tú a lo largo de los 300 años que nos pasamos estudiando. No aparece Guinea Ecuatorial (que llegó a ser provincia española y que se independizó en 1968) en los libros de historia, no hablan del rapto, transporte en condiciones de hacinamiento y de la esclavización de africanxs ni del exterminio de lxs pobladorxs originarixs de Abia Yala (América). No es una cuestión de revanchismo sino de derecho a saber que las cosas son como son (incluyendo la inmigración actual en España) porque hubo un pasado que provoca que el presente cobre sentido.

En los medios de comunicación ni nuestros discursos ni nuestros éxitos suelen caber, o lo hacen desde la excepcionalidad, pero nuestros padecimientos, errores o delitos, sí. Y cuando se trata de algo malo, seremos “migrantes de segunda generación”, porque las fronteras que atravesaron nuestrxs padres/madres, también nos atraviesan a nosotrxs y porque para algunas personas jamás podremos ser españolxs/ vascxs/ catalanxs/ gallegxs… Dicho esto me gustaría decir que lo que he contado es parte de mi experiencia afroespañola. No existen dos iguales. Hay muchos elementos que la condicionan, el género influye, tampoco es lo mismo tener padres/madres con la nacionalidad que no, haber nacido en los 90 que en los 60, vivir con diversidad funcional o no, ser disidente sexual o no, tener familia con una situación económica saneada o no…

 -Como te iniciaste en el mundo de la comunicación?

Empecé como becaria en prensa y radio locales mientras estudiaba periodismo en la Universidad Complutense.

-Cuéntame un poco de tu libro ¨Las que se atrevieron¨

Es un libro que parte de las entrevistas que hice a seis mujeres blancas españolas que estuvieron con hombres negros en el franquismo tardío. Cuento sus historias desde diferentes puntos de vista que ficciono (sus madres, sus hijas, su hermana…) para hablar del racismo, las relaciones de pareja y el amor desde otras perspectivas. Me pareció interesante poner sobre la mesa el tema del encuentro entre seres humanos que lleva siglos produciéndose (no olvidemos que España está separada de África por solo 14 Km) y que, en la actualidad, sigue considerándose algo marciano.

Por otro lado, consideré interesante que la lectura del texto hiciera que pudiéramos cuestionar conceptos cárcel como “inmigrante” , o sea, papá, “inmigrante de segunda generación”, que seríamos mi hermano y yo o “pareja mixta”, Sofía y José, mamá y papá, con permiso de la sociología. Pero si hay algo que destaco de haber publicado el libro es su repercusión, no por la cantidad de lectorxs, sino por lo que ha supuesto para buena parte de quienes lo han leído: una especie de alivio por saber que nuestras historias existen, por no tener que empatizar hasta el infinito con vidas en blanco, por recibir el abrazo de la intersubjetividad y  por convertir las periferias (reales y figuradas, porque las protagonistas vivían junto a sus familias en el extrarradio humilde y cero glamuroso de las grandes ciudades) en centro…

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 -Como sientes que la gente ha reaccionado ante tu activismo?

Muchas amistades y familiares dicen que me he vuelto radical, cosa que demuestra que jamás se han puesto en mi piel y, sobre todo, que nunca se han molestado en preguntarme cómo me sentía. Digo esto último porque yo no he cambiado: desde que regresé de vivir en Portugal (donde hay bastante más población afro), en 2003,  he estado ligada a movimientos antirracistas de una manera o de otra, pero no hablaba del tema. Es más, si desde pequeña he tenido problemas de este tipo y he reaccionado, significa que siempre he luchado (como buena parte de la población racializada de este país) contra el racismo como he podido/sabido (con torpeza, en muchos casos). De modo que en pocas biografías de personas no blancas es algo nuevo. Nuevo es que nos escuchen quejarnos, de ninguna manera lo es que nos quejemos. Claro, cuando te llegan por vez primera asuntos que llevan años macerando en la cabeza, el corazón y el estómago de quien los viven, te suenan fuerte, pero siempre estuvieron.

 Hay personas que reaccionan a la defensiva e intentan explicarnos lo que padecemos, invalidando nuestras experiencias de vida, quitándoles hierro o contando que a ellxs también les ha pasado que un día no les dejaron entrar en una discoteca por llevar zapatillas de deporte y que no por ello están todo el día quejándose. Hay quien te dice que “en otros países es peor”, como si esto se tratara de una Olimpiada Racista y pudiéramos estar satisfechxs por no estar viviendo en la Alemania de la década de los 30 del s.XX. Defenderse es algo que no habla bien de estas personas, aunque es humano, supongo, si hablamos no es porque queramos hacer que el resto se ponga a llorar sino para que mejoremos las cosas del lugar y el tiempo  que habitamos.

 -Cómo se ven las relaciones ¨interraciales¨ hoy en España?

Supongo que diferente a la época de mis padres, no mejor, diferente. Ahora es algo más común, salvo en lugares pequeños, así que la gente ya no gira (tanto) la cabeza para mirar como en los años 50 o los 60. Con todo, hay frases que siguen repitiéndose tipo “con lo guapa que eres, podrías haber estado con cualquiera y te vas con un negro” y cosas así. También continúa produciéndose en algunas familias la oposición de los padres/madres a que sus hijas estén con personas negras “porque luego lxs hijxs lo pasan mal en el colegio”. Como si la vida fuera un camino de rosas para el resto de los mortales o como si lo que hubiera que combatir fuera el nacimiento de lxs niñxs racializadxs  y no las actitudes discriminatorias de una sociedad racista…

Antes era, por así decirlo, una marcianada, mi madre se casó con el primer negro que vio en su vida, ahora no resulta algo tan raro, pero eso no significa que haya menos prejuicios. Yo creo que continúa habiéndolos, solo que, en la actualidad, son diferentes y están más acotados al ámbito nacional. En el pasado podían decir burradas tipo “cuidado a ver si te va a meter en un caldero y te va a comer”, a día de hoy se escuchan cosas como que “los dominicanos son muy machistas”, “los guineanos son unos mujeriegos”, “este colombiano seguro que te quiere por los papeles”, etc… A título personal, sé poco porque hace muchos años que no tengo una pareja blanca. No es que me niegue, es que temo dar con “comenegras” (aun siendo consciente de que no todos los hombres blancos son así, me da miedo encontrarme con alguno que sí lo sea), de esos que te dicen que nunca han estado con una negra o de los que siempre han tenido parejas negras y te hacen sentir que has entrado a formar parte de una colección en la que podría entrar cualquiera que tuviera una concentración mayor de melanina. CUALQUIERA.

 -Que querías ser cuando eras niña?

Periodista, de hecho tengo un vídeo de 1988, o por ahí, en el que salgo entrevistando a mi prima cual reportera.

 -Que quieres ser ahora como adulta?

Ya soy lo que soñé, pero continúo soñando porque ser periodista (no solo trabajar como, repito, serlo), al menos en España, es sinónimo de ser curiosa y de mirar al futuro con cierta intranquilidad porque cumplir años y tener más arrugas no es solo ser más sabia sino tener más arrugas, por desgracia, en televisión eso está penalizado (quiero pensar que poco a poco irá cambiando). Creo que me queda mucho por conocer, muchos lugares por visitar y muchas personas de las que aprender. Yo me digo que soy inquieta, quien me conoce opina que soy inconformista.

 -Elige a una mujer negra que te inspire/represente/admiras

¿Por qué solo a una? He citado a varias mujeres en diferentes entrevistas, así que quiero hablar de una de la que todavía no he hablado y que merece toda mi admiración y respeto por su encomiable labor desde los medios de comunicación: Tania Safura Adam, fundadora de Radio África Magazine, medio desde el cual, contribuye a la transformación del imaginario negativo sobre África y la afrodescendencia hablando de arte, pensamiento y cultura urbana contemporánea del continente. Además, es presentadora en un programa de televisión y otro de radio en BETEVÉ.

Su reivindicación no nace de la necesidad sino de la responsabilidad para lograr que se produzcan cambios, por eso, lleva años poniendo el foco sobre otras personas para que se conozcan sus discursos diversos, esos que componen la heterogénea realidad negra en el Estado español (y que, por cierto, no es únicamente afroespañola). Tania consigue con su excelente trabajo brillar pero no lo hace por ella sino con el fin de que sean otrxs quienes brillen y puedan ser vistxs. Eso es hacer comunidad y considero que, lejos de personalismos, es la vía más adecuada para que dejemos de ser percibidxs como eternas excepciones que solo pueden hablar de racismo porque no tienen historias, saberes o sentimientos, más allá de su piel.  Como presentadora y gestora cultural entrevista a artistas que son negrxs, no a negrxs que, casualmente, son artistas. No sé si me explico…

 -Cuál es tu mayor sueño?

No despertar de un buen sueño o que se cumplan todos mis sueños.

 -¿Qué mensaje le darías a tu yo del pasado?

Haz una carrera en la que te enseñen algo y aprende el periodismo en la calle, ejerciéndolo.

-¿Y a tu yo del presente?

Céntrate (o no). Todavía sigo pensando qué quiero ser de mayor…

  • También busco sponsor para poder conocer mas sobre los afrodescendientes en España y poder hacer #afrohunting ahí… nada.. lo tiro por si acaso.. 🙂 

2 thoughts on “Afrohunting: Lucía Asué Mbomío Rubio”

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